Lean atentamente el hilo que
dejamos y después piensen un poquito.
El título de este artículo viene dado porque los tontos son los que dicen tonterías, y no las personas a las que van dirigidas esas tonterías que dicen los tontos, que a base de repetirlas parece que llegan, incluso, a creerselas.........
Les ponemos en antecedentes, o
lo intentamos.....
Por un lado la Sra. Gelabert,
habla de un posible colapso circulatorio en nuestro pueblo si se hace una rúa
en pleno verano. ¿Cree acaso que somos tontos? ¿Que no hay gente en La Diada?
Que se sepa en la Diada el pueblo está "plé de gom a gom" y se sacan de
la manga una fiestas de tiendas a la calle para satisfacer los egos de algunos,
y no se produce ningún tipo de colapso circulatorio.
La rúa veraniega lo crea o no,
está ideada en sus inicios para hacerla en pleno verano, tener el cartel
anunciador de los próximos carnavales en la calle y "flyers" para
promocionarlo. Esa es la esencia. Aparte de hacerla nocturna para diferenciarla
un poco. Pero cuando las ideas de otros las llevan a cabo gentes distintas,
normalmente sale el tiro por la culata.
Alejemos a la rubia platino de los focos, y
dediquemos unos minutos al peor o uno de los peores ediles municipales de la democracia en nuestro
pueblo. Capaz él solito de hacer que su partido haya naufragado y haya sido
vapuleado en la últimas "erecciones" municipales. Simplemente demencial.
En sus intensos y escasos 18
meses de mandato (menos mal que solo fueron 18) estuvo a la cabeza de la organización
de dos carnavales. Asistió a multitud de reuniones sin tomarse la molestia de
anotar ni una sola palabra. Resultado: Hacia lo que le venía en gana en cada
momento, pasando olímpicamente de las opiniones de las gentes con las que se
reunía. Se le propuso por activa y por pasiva ésta rúa de la que hablamos y dio,
no uno si no varios pases de pecho que para sí quisieran insignes figuras del
toreo patrio como Manolete o Bienvenida.
Y ahora resulta que desde la
oposición reclama lo que no tuvo bemoles de hacer cuando ostentaba el poder,
mayormente porque hizo caso omiso de la gente legitimizada que tenía algo que
decir, y sin embargo, se postró a los pies de sus palmeros, con lo que ha
acabado llevando a nuestro municipio a una cantidad ingente de despropósitos y
gastos innecesarios, meses después de no tener, gracias a Dios, competencias municipales de gobierno. Y Dios
quiera, por el bien común, que no las vuelva a tener nunca más.
Como reza una canción de Don Joaquín Ramón Martínez Sabina que lleva por título "Telespañolito": "......Que dejen de
tomarnos por subnormales, que dejen de tocarnos los genitales, que nos cuenten
las cosas tal como son, que llegue al Ajuntament la
imaginación......".