En una primera valoración, el resultado de las deliberaciones del Tribunal Constitucional respecto a la impugnación del Estatut de Catalunya, presentada por el PP hace varios meses, resulta que después de largas e incontables reuniones, valoraciones y deliberaciones, donde el PP veía anticonstitucionalidad en 114 artículos sobre 223, el TC ha dictaminado que sólo son 14 los artículos anticonstitucionales.
Por lo tonto ( si, lo tonto ), han quedado retratados los asesores jurídicos del PP, por presuntos incapaces, presuntos torpes, presuntos tarugos, presuntos ignorantes, presuntos ineptos, presuntos mendrugos y presuntos obtusos.
Y más si cabe, si recordamos que fueron capaces de impugnar 45 de los artículos del Estatut cuyo redactado era / es idéntico a los mismos del Estatuto de Andalucía, los cuales en el redactado del Estatuto Andaluz aprobaron sin mayor problema, a la primera, sin cambiar una coma y sin sonrojarse.
No hay que ser linces para darse cuenta de que si una cosa es anticonstitucional, los es en Catalunya, en Andalucía, en Canarias o en Galicia. O lo es o no lo es en España, que hoy por hoy es el ordenamiento jurídico, social y territorial que tenemos. Le pese a quien le pese, o le disguste a quien le disguste. Lo demás es intentar tomarnos el pelo, intentar tomarnos por tontos, aunque los tontos son los que nos intentan engañar, pues cada cuatro años tenemos la potestad de ponerlos en su sitio. Y es que ya lo dice un dicho popular español: “….cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba, pero el tonto sigue…..”
Por lo tonto ( si, lo tonto ), han quedado retratados los asesores jurídicos del PP, por presuntos incapaces, presuntos torpes, presuntos tarugos, presuntos ignorantes, presuntos ineptos, presuntos mendrugos y presuntos obtusos.
Y más si cabe, si recordamos que fueron capaces de impugnar 45 de los artículos del Estatut cuyo redactado era / es idéntico a los mismos del Estatuto de Andalucía, los cuales en el redactado del Estatuto Andaluz aprobaron sin mayor problema, a la primera, sin cambiar una coma y sin sonrojarse.
No hay que ser linces para darse cuenta de que si una cosa es anticonstitucional, los es en Catalunya, en Andalucía, en Canarias o en Galicia. O lo es o no lo es en España, que hoy por hoy es el ordenamiento jurídico, social y territorial que tenemos. Le pese a quien le pese, o le disguste a quien le disguste. Lo demás es intentar tomarnos el pelo, intentar tomarnos por tontos, aunque los tontos son los que nos intentan engañar, pues cada cuatro años tenemos la potestad de ponerlos en su sitio. Y es que ya lo dice un dicho popular español: “….cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba, pero el tonto sigue…..”