MI VECINO

Tengo un vecino al que le gusta meterse en berenjenales con la vecindad, y a temporadas se queda algo así como afónico, porque sus cuerdas vocales son incapaces de articular tres frases seguidas con cierto sentido y “sin pegarle tres patadas al diccionario”, que diría un castizo.

Le tengo un especial aprecio y cariño, aunque es excluyente. Todo el que no opina como él, está contra él. Si no haces las cosas como el dicta, estás contra él. Piensa que como lleva más tiempo que nadie en la vecindad, puede campar a su libre albedrío por la piscina, jugar con los ascensores hasta estropearlos, pisotear las flores del jardín comunitario, pasear a su perro dejando las “huellas del delito” sin recoger, en el césped donde después juegan algunos de nuestros niños, se mea dentro cuando se tira a la piscina, y no sabe que lo tenemos calado porque hay un líquido que amarillea o se pone azul, depende del reactivo químico que se utilice, cuando alguien micciona en el agua comunitaria de la piscina. Es lo que pasa con los piscinazos. A veces, a escondidas, se mea en los tiestos de las macetas de las vecinas, pero no tiene puntería, sabe mear fuera de tiesto mejor que nadie, incluso intenta dibujar con el chorrillo una especie de arte abstracto. Y ya ni hablemos de meterse en algún que otro charco o jardín ajeno, es un especialista. Casi siempre llega con los zapatos embarrados a su casa. Es como el dicho: cuando aparece, lo hace tal cual lo haría un elefante entrando en una cacharrería…….

También le gusta salir en todas las fotos. Digamos que le acusan de tener orgasmos cósmicos cada vez que ve una cámara, bien sea de fotos o de vídeo. Y más si la mencionada cámara pertenece a un ente oficial. El problema radica en que mas a menudo de lo que él mismo desea, queda retratado, cosa que no necesariamente es lo mismo que salir bien en las fotos.

Incluso, llega a pensar que cualquier material de uso comunitario, de la índole que sea, es de uso propio y casi exclusivo. ¡ qué mentecato !.

Total, que está mal visto en la comunidad de vecinos y se lo ha ganado a pulso. Utilizando el sentido común, hay que decir que cuando una inmensa mayoría está en contra de una persona, esa persona, por muy vecino que sea, es la equivocada. Es impensable que la mayoría de una comunidad esté equivocada y uno solo lleve toda la razón.

Pero bueno, pensándolo bien, todos tenemos un vecino que se comporta como una mosca cojonera. Hace ya años, corría el año 1978, San Joaquín Sabina ya relataba algo parecido en una canción de su primer Lp “Inventario”, era una canción dedicada y titulada “Mi vecino de arriba”.

Después de mi la hecatombe. Mi ombligo es el centro del universo, debe de pensar…………pobre iluso…….

“Cuanto menos se lee, mas daño hace lo que se lee”.