viernes, 14 de mayo de 2010

PERDON POR LA TRISTEZA.

Hoy ando algo melancólico. Hoy me ha dado por pensar que podríamos tener una localidad envidiable, un municipio que fuese el espejo del turismo donde se mirasen nuestros más directos competidores, como destino turístico de calidad. Y me ha dado por pensar el por qué fuimos un destino turístico de primer orden, el primero por excelencia de la Costa Brava hace unos años, y hoy, ¡ hay Dios mío, hoy ! No estamos en ningún sitio “de peso”, no salimos en ningún mapa de isobaras en los telediarios, no se recogen las temperaturas de nuestro municipio como referencia, no estamos como localidad en la mayoría de los mapas a nivel nacional o de CCAA. No existimos prácticamente en Europa, ¿ Dónde están los grandes tour-operadores ? Estamos fuera de circuito de todos ellos. Hay mucho trabajo por hacer.

Volver a salir en las noticias en cadenas nacionales, costará sangre, sudor y lágrimas si es que se consigue volver a hacer. Mas que nada porque tampoco se arregla con volver a reflotar el famoso catamarán que tuvimos en épocas florecientes. Por cierto….¿ qué fue del catamarán ? No nos olvidemos que aquel barco fue uno de los emblemas que mas fama nos dio a nivel nacional y supranacional. Qué tiempos aquellos en los que venían turistas nacionales a visitarnos porque estaban, y cito textualmente: “……hartos de escuchar el nombre de Playa de Aro y no sabemos qué es ………” Aquel nivel de conocimiento de nuestro pueblo fue excelso. Aquellos hombres que nos catapultaron a la fama fueron atrevidos e innovadores. ¿ Que hoy no quedan de esa especie ? recuerdo con cariño aquellos años en los que se hacia “patria chica” en el sur de Francia y/o Bélgica, con paellas y sangrías y “cremat” a gogó, en tres días , 2000 – 3000 personas-comensales.

¿ Por qué diantres se dejaron de hacer aquellas cosas ? Que todo tiene su fin, está claro, pero se podría haber derivado a otras actuaciones y no dejar de hacerlo radicalmente ¿ no ? Igual lo que sucedió, fue que nos creímos los reyes del mambo, pensamos que ya lo teníamos todo hecho y para qué comerse el coco, los turistas ya vienen solos, pensaría más de uno. Que vienen menos turistas, me da igual, subo los precios, yo mi “status” no lo pierdo, si he de ganar 10, si vienen menos turistas subo precios y sigo ganando 10, pensarían otros.

Es curioso pensar que los que empezaron la hostelería en los años sesenta, la mayoría de ellos, eran trabajadores y emprendedores con instinto, con pocos estudios y menos medios. Hoy día los herederos de aquellos, da la sensación de que tienen poco instinto y mas estudios y muchos mas medios. Pero algo falla. Los resultados no son buenos.

La única verdad meridiana es que después de 20 años, casualidades del destino, los mismos que CIU nos ha gobernado, es que turisticamente hablando, hemos pasado de ser primera clase a viajar en los vagones de cola. Y la culpa no solo es de CIU, que la oposición también tiene su papel en la Democracia. Pero no se trata de buscar culpables, si no más bien soluciones. O eso creo.

Una de las verdades razonables es que nuestras instalaciones dejan mucho – bastante que desear, que ésta es otra. Los hoteles se nos han hecho viejos. No se ha invertido, salvo honrosas excepciones, en mantener unas instalaciones impecables. Digamos que los precios han aumentado pero no así la calidad de las instalaciones, que visto lo visto, ha sido una fórmula proporcionalmente inversa.

Otro tema importante es el servicio. Recuerdo con nostalgia que hubo un par de años en los que se apostó por dar formación a la gente de base. Se hicieron unos cursos de reciclaje de hostelería. Se entregaron diplomas. Se fue a la Generalitat por tal motivo, a una audiencia con el Sr. Pujol. Se dejó de hacer. Y ahora y casi siempre, cualquiera que llega a un puesto de trabajo es camarero, cualquiera es cocinero ( dicho sea con todos los respetos ), pero se tendría que apostar por una formación continua, por un servicio de calidad, y eso tampoco es tan utópico, si se quiere, se puede hacer.

Antes salían de la cantera los camareros, cocineros y recepcionistas. De la cantera de “Botones”, aquel noble oficio que ya está en desuso hace años, por el tema del recorte de gastos, supongo. Aquellos chavales que empezaban en la vida, en el trabajo y en los escarceos amorosos, que solían ganar más de propinas que de sueldo. También se perdieron. Y, ahora que lo pienso, no existía el tema de la explotación infantil y aquellos niños “botones”, se han hecho hombres y profesionales y no tienen ningún trauma…..Cosas del progreso.

No hay comentarios: